Fue uno de los científicos más importantes de la Europa del siglo XIX, tanto en el campo de la física como en el de la química. Hijo de Joseph Crookes y Mary Scott nació el 17 de Junio de 1832 en Londres.
Su carrera científica se inició a la edad de 15 años cuando consiguió entrar en el Colegio Real de Química en Hanover Square (Londres) de mano de August Wilhelm von Hofmann. Después de graduarse en dicho colegio, se inicia en el mundo académico como superintendente del departamento de meteorología en el Observatorio Radcliffe en Oxford en 1854. Un año después gana la cátedra de química en la universidad de Chester.
Tras la muerte de su padre recibió una herencia importante. Gracias a esto pudo abrir su propio laboratorio, fundó la prestigiosa revista de divulgación científica “Chemical News” entre los años 1859 y 1906 y fue editor del “Quarterly Journal for Science”.
En 1856 se casó con Elena Humphrey con quien tuvo cuatro hijos.
Su vida como investigador siempre estuvo caracterizada por la seriedad, la precisión y el rigor científico. En 1861 descubre y aísla el elemento metálico Talio, determinando su peso molecular y propiedades.
En 1875 inventó el Radiómetro de Crookes, una modificación de radiómetro de Hittorf, con el que confirmó la teoría cinética de los gases. Entre sus trabajos más importantes está el ser uno de los primeros científicos en investigar e identificar el plasma. También ideó uno de los primeros instrumentos para el estudio de la radiactividad nuclear, llamado Espintariscopio, un detector de partículas. Inventó el tubo de Crookes, para el estudio de las propiedades de los rayos catódicos. En 1895 identificó la primera muestra conocida del Hélio.
En 1897 fue nombrado caballero recibiendo la Orden del Mérito. Igualmente fue condecorado con las medallas Davy y Copley y en el año 1907 fue galardonado con el Premio Nobel de Química.
Además de ser uno de los más importantes y destacados investigadores, fue también un gran defensor de lo que hoy día se conoce como Espiritismo Científico.
Al igual que en las investigaciones anteriormente citadas, William Crookes ha sido uno de los pioneros en la investigación de fenómenos psíquicos, específicamente en las áreas de materialización y de mediumnidad.
En 1870, después de asistir a unas sesiones con el famoso psíquico J.J. Morse, Crookes decide ponerse a investigar el fenómeno mediúmnico. Este hecho alegró mucho a los científicos de la época y creó mucha expectación, pues creían que, gracias a las investigaciones de William por fin quedarían desenmascarados todos los fraudes y farsas del espiritualismo y este recibiría su merecida evaluación.
Crookes estaba decidido a llevar a cabo su investigación imparcial y describió las condiciones que impuso en los médiums de la siguiente manera: “Debe hacerse en mi propia casa, y crear yo mi propia selección de amigos y espectadores, bajo mis propias condiciones”. Entre los médiums que estudió estaban Kate Fox, Florence Cook y Daniel Douglas Home.
Algunos de los fenómenos que pudo estudiar fueron, entre otros, movimiento de objetos a distancia, fenómenos de golpes y ruidos sin causa material conocida, cambios en los pesos de los cuerpos de los médiums, levitaciones, la aparición de objetos luminosos, visión por todos los asistentes de figuras de espíritus (materializaciones), aparición de escritos sin la acción humana respondiendo de manera inteligente a preguntas realizadas.
Uno de los fenómenos por los que más se interesó Crookes fue el de la aparición de Katie King, cuando en Septiembre de 1871 en casa del Príncipe Saynwitgestein se materializó estando la médium Florence Cook atada a una silla. En estado de trance esta médium dijo, que además de Katie King, había sido también Annie Owen Morgan, hija del Pirata Henry Morgan en la época del rey Carlos II de Inglaterra dando detalles de ese período imposibles de conocer por una joven de 15 años, y más por aquellos días. En casa de Mr. Lux Moore y ayudado por Cromwel Varley (físico inglés que instaló el primer cable transatlántico), verificaron la aparición del espíritu bajo el más estricto control utilizando un galvanómetro atado a las muñecas de Florence. Pudieron encontrar diferencias entre la médium y la aparición como verrugas, color del pelo, lóbulos de las orejas perforados o no, forma de manos que se imprimieron en yeso, las pulsaciones del espíritu eran de 90, mientras que las de la médium eran de 75, etc.
Los experimentos continuaron por tres años consecutivos (y se tomaron fotografías que han dado la vuelta al mundo) después de los cuales, dejando un bucle de sus cabellos y abrazándose a los científicos para despedirse, el espíritu dijo que había venido únicamente a demostrar que existía el más allá.
Su informe sobre esta investigación en 1874 llegó a la conclusión de que estos fenómenos no tenían una explicación material. Crookes compartió sus puntos de vista con sus colegas científicos y sólo algunos, los menos, llegaron a creer en el espiritismo. Sin embargo, la mayoría de los científicos estaban convencidos de que el espiritismo era un fraude, y el último informe de Crookes era tan ultrajante para la comunidad científica “que se hablaba de privarlo de su beca de la Royal Society.”Crookes se hizo mucho más cauteloso y no habló de sus ideas en público hasta 1898, cuando sintió que su puesto estaba seguro. Desde ese momento hasta su desencarnación, cartas y entrevistas muestran que Crookes era un creyente en el espiritismo. Uno de sus artículos más conocidos sobre el tema es: “Espiritualismo visto a la luz de la ciencia moderna”. Podemos encontrar escritos suyos relacionados con esta cuestión en el libro titulado "Nuevos Experimentos sobre la Fuerza Psíquica".
En este mismo año, 1898, comienza sus estudios sobre telepatía.
Murió en Londres el 4 de abril de 1919, dos años después de su esposa. Hoy podemos visitar su tumba situada en el Brompton Cemetery.
No hay comentarios:
Publicar un comentario