domingo, 21 de noviembre de 2010

Editorial

La marcha del Espiritismo sigue su curso. Después de las épocas de represión, donde llegó casi a desaparecer el movimiento espírita español, que era la cabeza del mundo como dijo Gabriel Delanne, hoy resurge con más fuerza. Lentamente pero seguro vemos como día a día se forman nuevos grupos serios de estudio. No podemos pedir que sean perfectos, porque nadie lo es, pero sí tienen la voluntad de instruirse y de seguir por la senda marcada por Kardec.
La espiritualidad vuelve a poner su confianza en nosotros y apoya los pasos firmes y sinceros que damos.

¡Que habrá detractores! Ya contamos con ellos. ¡Que algunos grupos se saldrán del camino! Lamentaremos su pérdida, pero siguiendo la ruta marcada por Jesús y los buenos espíritus, estaremos seguros de que progresaremos y los centros se multiplicarán para enseñar el camino marcado por la espiritualidad.

Espíritas, trabajemos unidos en esta gran obra que consuela lágrimas y alegra corazones. Hagamos el bien a todo el que podamos, ya que la encarnación tiene un sentido y es el de que juntos hagamos que esta sociedad cambie, volviéndose mucho más justa y equilibrada, ayudando a aquel que menos tiene.

Parece que fue ayer cuando felicitábamos el año a nuestros lectores y hoy, con este número, despedimos nuestro cuarto año de publicación, fruto del esfuerzo de todos. Este año se cierra con varias alegrías a nivel personal y colectivo. En primer lugar, hemos logrado dirigir a nuestro “Ángel del Bien” por buena senda y prueba de ello es que cada vez más lugares nos abren sus puertas, teniendo que ampliar nuestras tiradas. En segundo lugar, porque el 2010 quedará para los anales de la historia del Espiritismo. Por cuarta vez los espíritus nos traen la posibilidad de organizar un evento a nivel internacional. No podemos olvidar aquello que hicieron los pioneros de nuestra doctrina en 1888 y 1934 en Barcelona, tampoco el congreso realizado en Madrid en 1992 por Rafael González Molina, quien tuvo el valor de legalizar el Espiritismo en nuestro país, con los tiempos que corrían y donde se pudo crear el organismo internacional CEI “Consejo Espírita Internacional” y que hoy reúne 35 federaciones de distintos países www.spiritist.org.

Queridos lectores, como bien sabemos, nada se consigue sin esfuerzo y todo aquello que se hace para el bien obtiene sus frutos. Propaguemos las ideas espiritistas, que nos dan un porqué a nuestras existencias, que nos hacen comprender de donde venimos, a donde vamos y que después de la muerte hay un mundo maravilloso que continúa y con el cual estamos en continuo contacto.
La redacción.

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