Espiritismo, propuesta para la educación
Es en la familia, donde podemos y debemos en primer lugar
conquistar y ejercitar virtudes fundamentales, como el altruismo, la paciencia,
amor al prójimo y al mismo tiempo el esfuerzo de contribuir en el progreso del
otro. Se trata, pues, de un escenario permanente y fecundo para la Educación
del Espíritu.
El momento actual, agitado por la inversión de los valores
morales, requiere más atención la preservación de la armonía familiar, un
antídoto valioso para la instalación del desequilibrio en el organismo social.
¿Cómo construir y mantener la tan esperada paz en el hogar? ¿Cómo superar las
discusiones y divergencias en la familia? ¿Es posible encontrar el apoyo
necesario en casa para superar los problemas cotidianos? ¿Cuál es la mayor
dificultad de la vida en familia en la actualidad? Y ¿Qué es lo que la Doctrina
Espírita nos oferta?
En lo tocante a la relación de padres e hijos la mayor
dificultad es saber cómo orientarlos, ya que los modelos de la antigua
educación autoritaria ya no funcionan. Conforme nos enseñan los Espíritus, una
nueva orden moral debe establecerse en la Tierra, a fin de que nuestro mundo de
expiaciones y pruebas se transforme en un mundo de regeneración. Se anuncia la
Nueva Era.
Delante de ese cuadro, todos estamos invitados a las reflexiones
y toma de decisiones maduras sobre lo que verdaderamente queremos para nosotros
y para nuestra familia, ya que no existe
espacio para la neutralidad y que ya
sabemos detener el progreso es imposible.
Es preciso tener como principio la valorización de la
familia, fortaleciendo los lazos que nos unen y, aun así es necesario que nos
preparemos para vivir en el mundo, dentro de la familia, conectando con ella de
algún modo, a fin de obtener provecho de esa relación. El Creador no nos asignó
por mero acaso en esa o en aquella vinculación genética. Existen imponderables
razones para que estemos conviviendo con quien lo hacemos.
La propuesta de la Doctrina Espírita es de revivir los
valores Cristianos y nuestro modelo mayor es Jesús, que es el Maestro por
excelencia, el ser más puro que tenemos para seguir como ejemplo de conducta,
para que tengamos una familia más armoniosa y feliz. Acercándonos a sus
enseñanzas, que el Espiritismo nos presenta, nos hace comprender que la Familia
en un mundo de expiación y pruebas no será una familia perfecta, si no con
desafíos, relaciones complejas, siendo muy natural que surjan conflictos.
La familia saludable
es la que trabaja con varias verdades posibles y no con un
comportamiento en bloque. Y es necesario
que exista interés sobre cómo se siente cada uno en esa convivencia y
cuáles son sus necesidades. Respetar la
individualidad característica de cada
ser forma parte de una convivencia
saludable y armoniosa. El hogar es el lugar sagrado que Dios concedió a las
criaturas para que ellas pudieran construir los lazos del amor que representan
el verdadero sentido y significado del Evangelio de Jesús.
Tenemos a la familia como una herramienta del “progreso en
la marcha de la humanidad”, como nos muestra la cuestión 695 de “El Libro de
los Espíritus”, por lo tanto, asunto de la más sensible comprensión para todos
nosotros.
El Espiritismo nos invita a la vivencia del amor verdadero
cuyo ejercicio comienza en el ambiente familiar. Ejercitando la amistad, el
cariño, la comprensión, la cooperación, la libertad, el perdón, el respeto, la
solución de conflictos , el diálogo franco y abierto , como instrumentos de
perfección .
Nos surge entonces la
pregunta: ¿de qué manera podemos colocar tales ideas en nuestra práctica diaria,
si en la familia convivimos con seres tan diferentes y antagónicos?
Dando el primer paso para que la familia sea más feliz. Comience con pequeños gestos,
sonría, salude a los familiares, ore por ellos, haga pequeñas gentilezas en el
hogar, elogie (con sinceridad), oferte su ayuda. El ideal sería que tratemos a
nuestros familiares como tratamos a las
visitas.
Finalizando, queda la
enseñanza de la benefactora Joanna de Ângelis:
“El destino de la sociedad está indisolublemente conectado
al destino de la familia, pues esta constituye la base, el cimiento donde se
inicia la experiencia de la fraternidad Universal".
Claudia Werdine
Comisión Europa de Educación Espírita para la Infancia, Juventud y
Familia
Comisión de Educación de la FEE
Comisión de Educación de la FEE
Bibliografía:
El Libro de los Espíritus −Allan Kardec
La Educación según el Espiritismo – Dora
Incontri*Educación del Espíritu – Introducción a la Pedagogía Espírita – Walter
Oliveira Alves
Lazos de Familia, Divaldo Franco y Autores Diversos
Desafíos de la Vida Familiar, Raul Teixeira
Familia & Espiritismo, Autores Diversos – USE*Mi Familia, el Mundo y Yo,
Raul Teixeira,
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