El Centro Espírita, además de la importancia que tiene para los hombres (Espíritus encarnados), es también de gran importancia para los Espíritus desencarnados, y desempeña un papel de relieve en las relaciones entre los dos mundos.
Estamos habituados a ver en el Centro Espírita sólo unas paredes, mobiliario, y a personas ocupadas en determinadas actividades en servicio de los demás.
Se nos escapa toda actividad espiritual que tan sólo llega a ser recibida por algunos videntes con facultades muy desarrolladas. Estas actividades, no por desconocidas dejan de efectuarse por los Espíritus que nos rodean, en todos los lugares y en todo momento, mezcladas con las tareas propias de los humanos.
Con mayor motivo entonces, deben realizarse estas tareas en un Centro Espírita. Los espíritus destacados en misión a la superficie del Planeta necesitan de lugares donde reunirse a fin de poder realizar actividades propias de la misión que tienen encomendada. Necesitan una base de operaciones donde puedan encontrarse libres del acoso de vibraciones groseras o intentos de la interferencia por parte de otros Espíritus menos esclarecidos que tratan de interponerse en el camino de estos Misioneros Espirituales, obstaculizando la misión en curso.
¿Qué lugar más apropiado para ello que un Centro Espírita, donde ya los hombres procuran mantener un ambiente vibratorio elevado?
Todo Centro Espírita dispone, así mismo, de un equipo espiritual dedicado a mantener el local limpio de entidades perturbadoras o viciadas, y protegido de los intentos de los Espíritus que tratan de inmiscuirse en sus actividades.
Puede parecer extraño que los Espíritus esclarecidos que gozan de libertad para desplazarse, tengan necesidad de un local determinado cuando pueden reunirse en cualquier parte.
Indudablemente la falta de un Centro Espírita no impedirá que se celebren reuniones o Misiones Espirituales, pero es fácil de entender la diferencia entre que esto se haga en un Centro Espírita a que se realice, por ejemplo, en medio de una vía pública con vibraciones e influencias de todo tipo, por no mencionar otros ambientes, aún más negativos, que desgraciadamente son tan abundantes en cualquier ciudad, lo que requeriría una limpieza previa.
Los Espíritus en misión, son seres muy ocupados y prácticos y estarán agradecidos si encuentran en cada ciudad uno o más Centros Espíritas, un lugar de reunión, que les evite pérdidas de tiempo en el cumplimiento de sus tareas, lo que les permitirá así mismo, mayores oportunidades de auxilio.
Además el Centro Espírita es un centro de trabajo atendido por trabajadores humanos preparados para prestar su colaboración en aquellos casos en que sea recomendable la intervención de espíritus encarnados.
Durante el sueño del cuerpo físico, muchas veces somos llamados a colaborar en estas misiones de las que generalmente no conservamos recuerdo al despertar.
Esta es otra de las importantes misiones de un Centro Espírita y, que al no figurar en el programa de actividades pasa desapercibida, impidiéndonos comprender su verdadera importancia, por tanto podríamos elaborar los trabajos de un Centro Espírita como sigue:
- Las reuniones, comunes a todas las asociaciones y personas que quieran compartir.
- Las reuniones de estudio, para asimilar los principios del Espiritismo pues es un árbol de sabiduría.
- Las prácticas, que después de haber obtenido el conocimiento necesario habrá de llegar el momento oportuno de poner en práctica todo lo aprendido de la Doctrina Espírita.
- Educación de la infancia y de la juventud, buscando proporcionar a estos ciudadanos del mañana el conocimiento y los valores morales necesarios, para que con firmeza, la regeneración de nuestro planeta sea un hecho.
- Reuniones mediúmnicas, para el estudio de la Doctrina Espírita por medio de las comunicaciones de los Espíritus, que son nuestros hermanos desencarnados.
- Reuniones de atendimiento a espíritus sufrientes y desobsesión, para esclarecimiento de Espíritus obsesores o sufridores, que debido a la rebeldía y apego a la materia que nubla su percepción espiritual, no tienen acceso a la ayuda de los espíritus amigos.
- Sesiones de asistencia espiritual, a las que durante el sueño son conducidos los trabajadores del Centro Espírita para colaborar en misiones de auxilio dirigidos por Espíritus esclarecidos y que visan producir ajustes entre espíritus encarnados o desencarnados, que arrastran odios y luchas de vidas anteriores y que muchas veces son causas de enfermedades físicas o psíquicas.
- Asistencia social. Dentro de este campo, el Centro Espírita busca proporcionar al individuo, la enseñanza y fuerzas precisas que le permitirán por medio de la resignación y acatamiento de la Ley de Dios, de la que sin duda es infractor, el enfrentarse a la realidad de su situación espiritual para iniciar la lucha de rehabilitación y ascensión espiritual.
- Práctica de "El Evangelio en el hogar". Es conveniente que en el hogar de la familia espírita se preste atención en proporcionar los beneficios que nos dan las enseñanzas espirituales del Evangelio haciéndolo extensivo a los niños.
- La divulgación. Es sabido que el Espiritismo no es una doctrina proselitista cuyo afán sea el convertir a los demás. Es importante para la divulgación y perfecto conocimiento del Espiritismo poner al alcance de los demás el "Libro Espírita", que da la oportunidad de reflexión y aprendizaje.
Se puede añadir que la Humanidad marcha hacia un idioma único espiritual en el cual busca a Dios con todas las fuerzas para poder entender el "porqué las cosas ocurren", y en este aspecto podemos decir el AXIOMA: "Buscad y hallareis".
¡Bendito Espiritismo!
Aurora V.C
C.E.y.D.E.
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