sábado, 1 de febrero de 2014

Carta a un espíritu



Espíritu querido,

Hoy ha sido para Clara, mi esposa,  y para mí, uno de los días más importantes y felices de nuestra vida. Nos han confirmado que esperamos la llegada de un bebé.
Y ese bebé serás tú. ¡Qué alegría!

Ya sabemos que has estado observándonos desde hace tiempo y que por fin has decidido incorporarte a nuestra familia. Nosotros hemos sentido también tu presencia a nuestro alrededor. Sí, nos queremos y esto de manera muy natural será beneficioso para ti, porque serás el complemento ideal de nuestro amor.

Desconocemos si ya fuiste parte de ella en otras ocasiones. Si perteneces a la familia espiritual; abuelos, padres, familiares, amigos, etc., que partieron para el más allá antes, pero esto carece de importancia, si estuvimos juntos o no.

Lo verdaderamente importante es que te recibiremos con mucha ilusión, que te cuidaremos y te entregaremos nuestro cariño, que ya ha empezado a fomentarse, y que procuraremos educarte haciéndote comprender que la vida no es solamente aquello que vemos, puesto que como bien sabes estamos sumergidos en el mundo espiritual.

¿Y por qué te decimos esto último, si tú estás precisamente ahora en ese mundo? Porque cuando nazcas, cuando estés junto a nosotros, si Dios así lo quiere, habrás olvidado todo lo que ahora observas espiritualmente.

Pero no te preocupes porque ocasionalmente también estarás intuido e inspirado para recordar aquellas cosas puntuales que precises para cumplir con tu compromiso.
Recuerda que es una nueva oportunidad que te brinda la Espiritualidad Mayor para que aprendas, te desarrolles, avances y siembres el amor en tu entorno y así la cosecha te será provechosa para tu futuro y el de los demás.

Nosotros te prometemos que estaremos siempre a tu lado amándote, porque a pesar de que los años pasen velozmente, entre padres e hijos no existe el tiempo. El amor no cambia, al revés, se fortalece aún más.

Te enseñaremos también aquello que nosotros un día descubrimos, que somos una parte de la creación de Dios, que sentimos en nuestro interior su luz y su energía. Y que esta es una de tantas experiencias que aún nos esperan para conquistar nuestro bienestar espiritual en compañía de aquellos que amamos.

Sabemos que formas parte de esa pléyade de espíritus que están reencarnando desde hace tiempo para crear un mundo mejor y es por ello que deseamos agradecerte desde lo más profundo de nuestro ser el haber sido elegidos y seleccionados para colaborar en este maravilloso viaje que nos espera a todos.

Con gran emoción estamos preparándonos para tu llegada. Mientras tanto recibe nuestro más profundo amor.

Tus futuros padres en la Tierra: Lucio y Clara.

Juan Miguel Fernández Muñoz
Asociación de Estudios Espíritas de Madrid


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