domingo, 15 de abril de 2012

Artículo recomendado: “La homosexualidad bajo la óptica del espíritu inmortal” - Entrevista con el Dr. Andrei Moreira


1. ¿La homosexualidad es o no una enfermedad a la luz del Espíritu inmortal?
“Desde 1973, la homosexualidad dejó de ser clasificada como tal por la Asociación Americana de Psiquiatría. En 1975 la Asociación Americana de psicología adoptó el mismo procedimiento, dejando de considerar la homosexualidad como una enfermedad. En Brasil, en 1985, el Consejo Federal de Psicología deja de considerar la homosexualidad como un desvío sexual y en 1999, establece reglas para la actuación de los psicólogos en relación a cuestiones de orientación sexual, declarando que “la homosexualidad no constituye una enfermedad, ni disturbio y ni una perversión” y que los psicólogos no colaborarán con eventos y servicios que propongan tratamiento y cura de la homosexualidad. El día 17 de Mayo de 1990 la Asamblea general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales, la clasificación internacional de enfermedades (CIE). Por fin, en 1991, Amnistía Internacional pasa a considerar la discriminación contra los homosexuales una violación de los derechos humanos”.
La homosexualidad, según la ciencia, es una orientación afectivo-sexual normal. Bajo el punto de vista espírita, ha sido catalogada por muchos escritores espíritas como enfermedad o disturbio de la sexualidad, en franco desacato al conocimiento científico actual. No hay base en el conocimiento espírita para afirmar tal cosa. No hay una visión que sea consenso sobre el asunto en el movimiento espírita, pero hay excelentes textos de los espíritus de André Luiz y Emmanuel direccionando nuestro pensamiento y reflexión hacia el respeto, la acogida e inclusión de la persona homosexual, entendiendo la homosexualidad como una condición evolutiva natural (entiéndase “natural” como sinónimo de “presente en la naturaleza”) en consecuencia de múltiples factores, siempre individuales para cada espíritu, construido o escogido por el espíritu, en función de tareas específicas o pruebas redentoras, incluyendo ahí las condiciones expiativas y reeducativas debidas a abusos afectivo-sexuales en el pasado, que parecen ser la causa determinante de la mayor parte de las condiciones homosexuales, según la literatura espírita.

2. ¿Cuál es la diferencia entre orientación y elección sexual?
Orientación sexual representa el deseo y el interés afectivo-sexual (obsérvese bien: no solamente sexual, sino también afectivo) del individuo, en consecuencia de múltiples factores, los cuales determinan con qué sexo él se siente realizado para una relación íntima. La orientación sexual es fruto de la historia personal del individuo, presente y pasada; es influenciada por la cultura y por las identificaciones psicológicas, pero no controlada o determinada conscientemente por el individuo. Se nace con ella. La elección es fruto de la decisión consciente de vivir o no la orientación, aceptarla o reprimirla, de acuerdo con las ideas y la presión familiar-social-cultural del medio en que el individuo se encuentra reencarnado.

3. ¿El hombre homosexual se siente mujer? ¿La mujer homosexual se siente hombre?
De forma alguna. Identidad y orientación sexual son cosas distintas. Identidad es como el individuo se siente, a qué sexo pertenece, con qué sexo se identifica psicológicamente. La orientación homosexual representa exclusivamente el direccionamiento del afecto y del interés sexual en los individuos del mismo sexo. El hombre homosexual tiene su identidad masculina, se siente hombre, aunque pueda o no tener gestos afeminados, conforme su historia e identificación psicológica. Igualmente, la mujer homosexual tiene identidad femenina, aunque pueda tener o no gestos masculinizados. Cuando el individuo está en un cuerpo de un sexo y su identidad es la del sexo opuesto, decimos que es transexual, que es diferente de homosexual.

4. ¿En todos los casos, el espíritu ya renace homosexual? ¿Es posible revertir esa orientación?
Hay una diferencia entre comportamiento homosexual e identidad afectivo-sexual homosexual.
Observamos comportamientos homosexuales en individuos con enfermedades psiquiátricas, entre presidiarios y soldados en guerra. En estas condiciones, por la ausencia de la figura femenina, la práctica sexual entre iguales es realizada por muchos como forma de liberación de tensiones sexuales y de la búsqueda de placer. Eso no quiere decir que sean homosexuales. El individuo con identidad homosexual es aquel que se siente atraído afectiva y sexualmente por personas del mismo sexo, lo que puede ser percibido o descubierto en diferentes fases de la vida del individuo. No podemos afirmar que todos los homosexuales hayan nacido con esa orientación, pues la variedad de manifestaciones en esa área nos remite a múltiples causas, aunque la literatura mediúmnica espírita nos informe de que en buena parte de los casos, las personas homosexuales traen de su pasado espiritual la fuente de su orientación presente.
No siendo, en sí, una condición maléfica para el individuo, sino neutra, pudiendo ser positiva o no, dependiendo de la forma de cómo sea vivenciada, no hay necesidad de revertir esa condición. La información de la ciencia médica y psicológica actual es que el individuo homosexual que no se acepta y sufre con eso, debe ser clasificado como portador de trastorno egodistónico y los esfuerzos deben ser direccionados en el sentido de ayudarlo a aceptarse y a amarse tal cual es, sintiéndose digno de amor y respeto, buscando relaciones que le fortalezcan el auto-amor y en las cuales pueda ser natural, espontáneo y verdadero, en busca de su felicidad y de su progreso.
Hay religiosos y profesionales fundamentalistas que ofrecen terapia y asistencia espiritual, sobre todo en iglesias evangélicas, para que el individuo se “cure” de la homosexualidad. No hay constancia de casos exitosos. Lo que frecuentemente se observa es a individuos bisexuales alterando el direccionamiento de su afecto hacia individuos del mismo sexo pero que muchos de ellos tienen relaciones sexuales clandestinas con personas del mismo sexo y nos buscan en las consultas médicas llenos de culpa, miedo y vergüenza por no sentirse “curados”. Más allá de esto, están los individuos homosexuales que deciden ponerse la máscara de heterosexuales y que por algún tiempo forman familias, frecuentemente abandonan el hogar después de algún tiempo para vivir lo que sienten como su atracción afectivo-sexual.

5. ¿Existen casos de homosexualidad desarrollada exclusivamente por la educación en la infancia? En caso afirmativo ¿Es posible revertir el proceso?
Según Freud sí, lo que no significa que sea pasible de reversión o que haya necesidad de esto.
Según el Consejo Federal de Psicología, la identidad y la orientación sexual estructuradas en la infancia no son pasibles de reversión, y la homosexualidad no es una condición que necesita reversión, ya que no es una enfermedad y mucho menos un desvío moral. Pero, en la visión espírita, los benefactores espirituales nos informan de que el espíritu, al reencarnar, ya elige la naturaleza de sus pruebas y las condiciones familiares, sociales y personales necesarias a su progreso, conforme su conciencia le indique la necesidad de reparación de las equivocaciones del pasado y de la mejora personal. En otras situaciones, cuando el espíritu no se encuentra maduro para definir sus pruebas, ellas son establecidas por orientadores evolutivos, pero aún así, son definidas previamente a la reencarnación. Así, la familia, el cuerpo que la persona tiene y los principales puntos de la existencia ya están definidos para aportar las condiciones necesarias al progreso del individuo. Más allá de eso, el espíritu trae impreso en sí mismo el fruto de sus elecciones, el resultado de sus experiencias pasadas, en su psiquismo y en el cuerpo espiritual, al determinar la identidad y la orientación sexual de la presente encarnación.

6. Muchos consideran que la abstinencia es una recomendación evolutiva en el caso de la homosexualidad ¿Qué piensa usted?
La abstinencia no representa la educación del deseo y de la práctica sexual. A pesar de eso, puede ser una etapa necesaria en ciertos casos, para la disciplina de los impulsos íntimos de heterosexuales y de homosexuales, cuando se sientan necesitados de control del deseo y de la práctica sin límites. También puede ocurrir que tengan una condición de abstinencia impuesta por la misericordia divina, como recurso de emergencia y de salvación ante circunstancias de abusos reiterados en esa área.
Dice Ermance Dufaux, en el libro “Unidos para el Amor”: “La abstinencia no siempre es la solución y puede ser apenas una medida disciplinaria sin que, necesariamente signifique un acto educativo. Por educar debemos entender, sobre todo, el desarrollo de las cualidades íntimas, capaces de habilitarnos en el trato moral seguro y provechoso con la vida. (…) La cuestión de la sexualidad es personal, intransferible, conciencial y la ética en ese campo pasa por muchas y muchas adaptaciones”
El Espiritismo recomienda a todas las criaturas la concienciación al respeto de la sacralidad del cuerpo físico y de la sexualidad, como fuente creativa y creadora, destinada a ser fuente de placer físico y espiritual, sobre todo de realización íntima para el ser humano, en todas sus formas de expresión.
Sintetiza Emmanuel, en la introducción del libro “Vida y Sexo” (…) En torno al sexo, será justo sintetizar todas las opiniones en los puntos siguientes: No prohibición, sino educación. No abstinencia impuesta, sino empleo digno, con el debido respeto a los otros y a sí mismo. No indisciplina, sino control. No libertinaje, sino control. Fuera de eso, es teorizar simplemente, para después aprender o volver a aprender con la experiencia. Sin eso, será engañarnos, luchar sin provecho, sufrir y volver a empezar la obra de la sublimación personal, tantas veces como fuese necesario, por los mecanismos de la reencarnación, porque la aplicación del sexo, ante la luz del amor y de la vida, es un asunto que pertenece a la conciencia de cada uno”.

7. ¿El homosexual no consigue, de forma alguna, sentir atracción por la persona del sexo opuesto o esto puede ocurrir de forma natural?
Según el informe Kinsey, extensa investigación sobre el comportamiento sexual humano, realizado en los E.E.U.U. en la década de los 60 del siglo XX, por el biólogo Alfred Kinsey, tanto la homosexualidad como la heterosexualidad absoluta, son condiciones raras en nuestra sociedad. La gran mayoría de las personas tienen una condición de deseo predominante, en grados variables. Por ejemplo, una persona puede ser un 80% heterosexual y un 20% homosexual y viceversa. Es natural, por lo tanto, que una atracción heterosexual pueda ocurrir en la vida de un individuo homosexual, lo que muchas veces es entendido por el lego como “cura” de la homosexualidad.
Emmanuel nos informa al respecto de esta realidad en el libro “Vida y Sexo” capítulo 21 “a través de milenios y milenios, el Espíritu pasa por hilera inmensa de reencarnaciones, ora en posición de feminidad, ora en condiciones de masculinidad, lo que sedimenta el fenómeno de la bisexualidad, más o menos pronunciada, en casi todas las criaturas. El hombre y la mujer serán, de ese modo, de manera respectiva, acentuadamente masculino o acentuadamente femenino, sin especificación psicológica absoluta”.
Podemos comprender así que todos los individuos traen en su interior la posibilidad de sentirse atraídos y apasionarse por alguien del mismo sexo (al fin de cuentas, la persona se apasiona por un individuo completo y no sólo por su cuerpo). Eso no significa que vaya o necesite vivir esa experiencia. El psiquismo atiende y responde al impulso del espíritu, que es asexual, pero que cumple programas específicos en uno u otro sexo, conforme a la definición anterior y la necesidad evolutiva, sumergido en un contexto sociocultural que lo limita en la percepción y expresión de lo que hay en su más profunda intimidad.

8. ¿El hombre o la mujer que tengan fantasías con personas del mismo sexo pueden ser considerados homosexuales?
En la adolescencia, las experiencias homosexuales son naturales, definidas por la psicología como experiencias de experimentación de una identidad sexual en formación; no declaran, necesariamente la orientación homosexual. Ya en el adulto la fantasía es una de las formas de expresión del deseo y de la atracción homoafectiva y declaran la intimidad de la criatura, aunque no sea aceptado por la personalidad consciente.

9. ¿Cuál es su valoración sobre cómo trata la comunidad espírita la homosexualidad?
En general, observamos un abordaje superficial y discriminatorio, por parte de la comunidad espírita con los homosexuales y la homosexualidad. Es comprensible que sea así, pues todo medio religioso lidia con ideas y preconceptos seculares. Todavía, tal postura pude ser modificada por medio de lo que recomienda Allan Kardec: “Estudio serio y profundo de un tema para que se pueda opinar sobre él”. Es lamentable que nosotros, adeptos de una fe raciocinada, nos permitamos el mismo comportamiento que los religiosos fundamentalistas.
Se observa mucha opinión personal sin fundamento, tomada como regla y ley. Tales opiniones, faltas de compasión y de amorosidad, terminan por aislar al individuo homosexual, tachándole de enfermo, perturbado, promiscuo y/u obsesado. A veces hasta es apartado de las actividades espíritas habituales, como si fuese portador de una grave molestia que debiese recibir reprobación y crítica por parte de la parcela heterosexual “normal” de la sociedad. Tales posturas son frecuentemente basadas en el tradicional preconcepto judaico-cristiano-occidental de que la única y exclusiva función de la sexualidad es la procreación humana, tomando la parte por el todo.
El Espiritismo es una doctrina libre y libertadora, comprometida con el entendimiento de la naturaleza íntima del ser humano y el progreso espiritual. Nos da bases muy ricas de entendimiento del psiquismo y de la sexualidad del espíritu inmortal, como instrumentos divinos dados por Dios al hombre para su perfeccionamiento y felicidad. Más allá de eso, nos ofrece informaciones al respecto de las condiciones y situaciones determinadas por la libertad del hombre, que desvía esos instrumentos superiores de sus funciones sagradas.
Es imprescindible que se extinga en nuestro movimiento el preconcepto y que los homosexuales tengan campo de trabajo, se dediquen al estudio y práctica de la doctrina espírita, con la misma naturalidad de los heterosexuales. Eso, para que comprendan el papel de su condición en su momento evolutivo y lo utilicen con respeto y dignidad, con vistas a la ecuación de los dramas internos, al cumplimiento de los planos de trabajo específicos en su propuesta encarnatoria y a su progreso personal, de familia y de sociedad, de la cual hace parte, de la misma manera como debe hacerlo el heterosexual.

10. ¿Cómo deben comportarse los padres espíritas de un individuo que se descubra homosexual?
A los padres de una persona homosexual les corresponde la acogida integral y amorosa del individuo, con la aceptación de su condición, que no es nada más que una de las características de la personalidad. Ser homosexual no es sinónimo de promiscuo, inferior, afeminado (para hombres) o masculino (para mujeres). Simplemente manifiesta que el individuo se realiza sexual y afectivamente entre iguales. La persona homosexual debe recibir la misma instrucción y educación al respecto de la sexualidad que los heterosexuales, a fin de dirigir bien sus energías y esfuerzos en el sentido de la construcción del afecto con quien elija como compañero/a. La postura en la vivencia de la sexualidad, para homosexuales, debe ser la misma aconsejada por los espiritus a los heterosexuales: “dignidad, respeto a sí mismo y a los otros, valorización de la familia, del intercambio afectivo profundo en la pareja y dedicación de la energía sexual creativa en beneficio de la comunidad en la que vive.
La acogida amorosa de la familia es fundamental para que el individuo homosexual pueda aceptarse, comprenderse, entendiendo el papel de esa condición en su vida actual y para que se sienta digno y responsable delante de sus elecciones. La lucha, para aquellos que viven esa condición es grande, a fin de afirmar su autoestima en una sociedad que banaliza la condición sexual y vulgariza la diferencia. La familia es el núcleo donde se encuentran corazones comprometidos en proyectos reencarnatorios comunes, con vínculos personales de cada uno, con el pasado de aquellos con quien se convive, debiendo ser cada miembro de esa célula de la sociedad, un amparo para que lo mejor del otro surja, por medio de la experiencia amorosa.
Los padres de homosexuales pueden leer y compartir interesantes experiencas de otros países en el site y en los libros de Edith Modesto:     http://www.gph.org.br


11. ¿Le gustaría añadir algo más?
Romanos 14:14 “Yo se y estoy seguro del Señor Jesús, que nada es de sí mismo inmundo a no ser para aquel que así lo considera, para ese es inmundo”.
Todas las experiencias evolutivas donde esté presente el auto-respeto, la auto-consideración, la auto-valorización y el auto-amor, son experiencias evolutivas promotoras del progreso y la evolución, pues aquel que se ofrece a si mismo esas condiciones naturalmente las extiende a los otros en la vida. La homosexualidad, independientemente de la forma como se haya estructurado como condición evolutiva momentánea del individuo, puede ser vivida con dignidad y ser un rico campo de experimentación del afecto y de la construcción del amor, desde que aquellos que la vivan se acuerden de que son espíritus inmortales y de que la vida en la materia es tiempo de plantío para la eternidad, en el terreno del sentimiento y de las conquistas evolutivas favorecidas por el amor, en cualquiera de sus infinitas manifestaciones.
Nos dice Emmanuel en el libro “Vida y Sexo” lección 21 – Homosexualidad:
“La humanidad aprenderá, gradualmente, a comprender que los conceptos de normalidad y de anormalidad dejan que desear cuando se trata simplemente de señales morfológicas, para erguirse como agentes más elevados de definición de la dignidad humana, toda vez que la individualidad, en sí, exalta la vida comunitaria por el propio comportamiento en el sustento del bien de todos o la deprime por el mal que causa con la parte que asume en el juego de la delincuencia”.
Y complementa André Luiz en el libro “Sexo y destino” cap. 5:
“(…) en el mundo futuro, los hermanos reencarnados, tanto en condiciones normales como en condiciones consideradas anormales, serán tratados en igualdad, en el mismo nivel de dignidad humana, reparando las injusticias cometidas, hace siglos, contra aquellos que renacen sufriendo particularidades anómalas, por lo tanto la persecución y la crueldad con que son apaleados por la sociedad humana les impide o dificulta la ejecución de los encargos que traen en la existencia física, cuando no hacen de ellos criaturas hipócritas, con necesidad de mentir incesantemente para vivir, bajo el sol iluminado que la Bondad Divina ofrece en beneficio de todos.”
Indico, entre otros, los siguientes libros espíritas, con temas responsables y bien fundamentados sobre el asunto:

1-“Vida y sexo” Emmanuel/Chico Xavier,en especial cap. 21 – ed. Feb
2- “Sexo y destino” y “Acción y reacción” – ambos de André Luiz/Chico Xavier – ed. feb
3- Más allá del rosa y del azul – Gibson Bastos – Ed. Celd
4- El precio de ser diferente (romance) – Ed. Vida e Consciência



Sobre el autor:




Andrei Moreira es médico formado por la Faculdad de Medicina de la Universidad Federal de Minas Gerais. Integra,desde 2005, un equipo del Programa de Salud de la Familia, en Belo Horizonte, Minas Gerais.
Especializado en Homeopatía.
Preceptor del Internado en Atención Integral de Salud de la Faculdad de Medicina de la Universidad de Alfenas, campus BH, desde 2008.
Participa activamente del movimiento espírita nacional e internacional, realizando charlas y seminarios. Forma parte de equipos de atención a pacientes con la metodología médico-espírita en Amemg.
Presidente de la Asociación Médico-Espírita de Minas Gerais,desde 2007.
Autor de los libros:Cura y autocura – una visión médico espírita ; Homosexualidad bajo la óptica del espíritu inmortal y El Mundo de los muñecos de papel – AME Editora,2010


2 comentarios:

Macarena Brittos dijo...

Hola, neccesito hablar con la persona que hace este blog y no encontré un e-mail para escribir. Soy escritora de romances espiritas Uruguaya y voy a escribir uno sobre la homoxesualidad y necesito su ayuda. Gracias.

El Ángel del Bien dijo...

Estimada amiga

Nuestro correo electrónico es:

elangeldelbien.espirita@gmail.com

Atentamente,