domingo, 21 de noviembre de 2010

PADRES E HIJOS


El momento de tener hijos es uno de los más importantes de nuestra vida. Un mundo nuevo se abre para los recién estrenados papás, lleno de alegrías y responsabilidades. Es muy importante tener claro cuáles son nuestros deberes para con estos pequeños.

En los días en los que vivimos todo es muy rápido. Los papás y las mamás trabajan sin tener, desgraciadamente, todo el tiempo que desearían para poder dedicar a sus hijos. A esto se le suma el cansancio de después de trabajar, los agobios, las preocupaciones, etc. Sin darnos cuenta nos vamos metiendo en un bucle que desgraciadamente tiene una consecuencia muy grave: La falta de atención hacia nuestros hijos.

Cuántos hijos tendremos, quienes serán nuestros hijos, a qué edad nacerán… son decisiones muy importantes que asumimos antes de comenzar esta nueva encarnación. Muchas veces, nuestros hijos son amigos del pasado que vienen a ayudarnos y acompañarnos en esta vida para superar juntos las dificultades que nos harán aprender y evolucionar. Otras veces son enemigos encarnados para que dentro del núcleo familiar podamos solucionar, a través del cariño, los conflictos contraídos en vidas anteriores.

Una de las responsabilidades mayores que tenemos como padres es la de educar a nuestros hijos. Y digo educar, no instruir. Está claro que como padres queremos lo mejor para ellos y que haremos todo lo posible porque nuestros hijos estudien y se hagan personas cultas, con un porvenir mejor que el que nosotros tuvimos o al menos igual. Cuando hablo de educar me refiero a formarles dentro de unos valores de responsabilidad, de ayuda a los demás, de humildad, de comprensión… en resumen, de amor hacia sí mismos y hacia el prójimo. Aunque la instrucción y la educación son dos ramas que deberían ir parejas, lamentablemente la segunda tendemos a darle menor importancia e incluso, en algunos casos, ninguna.

La falta de atención hacia nuestros niños nos lleva ineludiblemente a la falta de educación. El problema mayor llega cuando estos pequeños se hacen adolescentes, se sienten solos, incomprendidos y lo peor, sin confianza en sus padres para poder apoyarse cada vez que se sienten en alguna dificultad. Esto conlleva una falta de comunicación y a las continuas quejas por parte de los adultos sobre el mal comportamiento de los jóvenes, sin pararnos a pensar que a estas alturas de la carrera no podemos exigir que nuestro niño “desatendido” sea un niño modelo que estudie, sea obediente, no conteste, etc. y convirtiéndose esta situación en una pescadilla que se muerde la cola. Siempre he pensado que es mejor prevenir que curar, por lo que vamos a hablar de la importancia de la educación.

El espiritismo nos dice que todos somos espíritus inmortales, con un pasado, un presente y un futuro. Tenemos libre albedrío y esta misma capacidad de tomar decisiones es la que nos hace, en muchas ocasiones cometer errores, hacer daño a las personas de nuestro alrededor, etc. Gracias a la reencarnación es que podemos subsanar y corregir todas esas equivocaciones que cometimos en vidas pasadas debido a nuestras imperfecciones morales. Todos, absolutamente todos los espíritus que vuelven a la vida corporal lo hacen con la finalidad de mejorarse y evolucionar y la delicadeza de la edad infantil nos torna moldeables y accesibles a los consejos de la experiencia y de los que deben hacernos progresar, principalmente nuestros padres. En la infancia del cuerpo, el espíritu encuentra la oportunidad de renovar las bases de su propia vida.
Los primeros siete años de vida son fundamentales dentro de la educación de nuestros niños. Hay que tener en cuenta que al nacer, aún su espíritu no está completamente ligado al cuerpo, por lo que son más susceptibles para aprender cosas nuevas y de esta manera integrarlas dentro de sí mismos para que cuando llegue la adolescencia y por supuesto la etapa adulta, puedan enfrentarse a los problemas con una mayor seguridad. Pasado este tiempo es mucho más difícil, ya que el espíritu se integra completamente dentro del cuerpo físico y sale a la luz su verdadero carácter, con sus virtudes y sus defectos traídos de la experiencia de sus vidas anteriores. Si llegado a la etapa adolescente no hemos conseguido inculcarles valores morales, bases del sentimiento y del carácter, que les hagan discernir entre lo que es correcto y bueno para ellos, de lo que está equivocado, será la propia vida con sus pruebas las que les hará aprender de una manera más violenta y desagradable, ya que no poseerán las herramientas necesarias para poder enfrentarse a ella. Fuera, en la calle, en el colegio, universidad…nuestros hijos se instruyen, pero sólo dentro del hogar es que se educan. Fuera ellos oyen lo que deben hacer, en casa ven cómo se hace, siguiendo siempre como ejemplo la conducta de sus padres. La sociedad está en condiciones de formar al ciudadano, pero sólo dentro del núcleo familiar se puede formar al hombre.

Desde que nacen hasta que pasan la adolescencia necesitan de toda nuestra atención, cariño, tiempo, dedicación y sobre todo necesitan de nuestro ejemplo.

El espiritismo es muy claro referente al tema de la educación. En “El Libro de los Espíritus”, obra primordial dentro de la doctrina, podemos encontrar observaciones muy interesantes acerca de la cuestión:

Prg. 208- “Los Espíritus de los progenitores ¿no ejercen influencia sobre el del niño después del nacimiento de éste?

- Tienen una influencia muy grande. Como ya dijimos, los Espíritus deben contribuir a su progreso recíproco. Pues bien, los de los padres tienen por misión desarrollar el de sus hijos mediante la educación. Para el Espíritu del padre es esta una tarea: si falla, será culpable.”

Prg. 582. ¿Se puede considerar a la paternidad como una misión?

- Es, sin disputa, una misión. Se trata al mismo tiempo de un deber muy grande y que compromete, más de lo que el hombre cree, su responsabilidad para el porvenir. Dios ha puesto al hijo bajo la tutela de sus padres para que éstos lo encaminen por la senda del bien, y facilitó su tarea dando al niño una organización frágil y delicada, que lo torna accesible a todas las impresiones. Pero hay quienes se ocupan más en enderezar los árboles de su huerto y lograr que den muchos y buenos frutos, que en corregir el carácter de su hijo. Si éste sucumbe por su culpa, a ellos corresponderá la pena, y los sufrimientos del niño en la vida futura recaerán sobre los padres, porque no habrán hecho lo que de ellos dependía en pro del adelanto del hijo por la senda del bien.

Prg. 583. Si un niño se vuelve malo a pesar de los cuidados de sus progenitores, ¿son éstos los responsables?

- No, pero cuanto peores sean las disposiciones del niño, más pesada resultará la labor y mayor será el mérito si los padres logran apartarlo del falso camino.
Indiscutiblemente, la educación de nuestros hijos no es un trabajo sencillo, pero sí debe ser algo prioritario en nuestras vidas. De ello depende que nuestra sociedad sea más justa, honesta y responsable. En estos días que tanto y tanto se habla de crisis, no nos paramos a pensar que la crisis mayor que hoy en día existe es la crisis del carácter, causante de todas las demás. Este momento necesita la acción de mujeres y hombres morales, justos y responsables. Es imprescindible reformar a la sociedad y la manera más efectiva es educando a nuestros niños y jóvenes, que son el futuro.

Yolanda Durán.
Coordinadora dpto. Infanto-Juvenil de la Federación Espírita Española.

QUE ES UN MEDIUM

"Haga lo mejor que pueda, en cualquier situación, con tanta devoción a la felicidad ajena, que no sufra arrepentimiento o remordimiento en tiempos de crisis."
André Luiz-Espíritu.

Es esta una pregunta que a veces nos puede ser planteada por personas que no están relacionadas con el Mundo Espiritual, o que inclusive dentro de él, no lo tienen demasiado claro y desearían que con la explicación de unas pocas palabras pudieran adquirir el conocimiento de algo tan complejo que todo ser humano tiene en grados distintos, según nos enseña El Espiritismo. Siendo éste un fenómeno psíquico de origen orgánico, pero con la manifestación espiritual.

Indudablemente estudiando “El Libro de los Médiums” de la Codificación Espírita, encontraríamos amplia documentación informativa a este planteamiento que es desconocido en su profundidad por una inmensa mayoría de seres. Ellos han tenido la referencia a través de los medios de comunicación o de terceras personas de forma ambigua, que no representa formalmente la realidad, formándose así un concepto confuso y nada esclarecedor del tema que nos ocupa.

Hace unos días visionando una grabación en vídeo del programa de TV “Otra Dimensión” de Tele5, realizado en España por el médium brasileño José Medrado, conocido en Alcázar de San Juan por sus trabajos “Psicopictóricos” pudimos advertir la contestación tan sencilla y al tiempo tan aclaratoria que él mismo dio al presentador de la serie Félix Gracia, que inició la entrevista precisamente con esta pregunta que encabeza este comentario:

“- ¿Qué es un médium?”

“- El médium es una persona que tiene la capacidad de estar entre dos mundos. El mundo de los Espíritus y el mundo físico. El médium es una especie de punto de ligación entre esas dos existencias de una única vida, que es la vida del Espíritu”.

Analizando la respuesta de José Medrado, tan concreta y precisa, apreciamos en su contenido la gran responsabilidad que el médium adquiere.

Responsabilidad en su comportamiento del día a día. Tanto físico como espiritual. Así como en el esfuerzo de su formación basado en el estudio que le llevará a su progreso intelectual y moral. Dedicación constante, pues recordemos que la ignorancia es el alimento de los oportunistas.

Frecuentar un Centro Espírita serio, bien orientado, que esté bien capacitado y armonizado para que el médium pueda adquirir una preparación adecuada y se desarrolle, teniendo siempre presente que es el instrumento de interconexión entre los dos mundos, y que cuanto más “afinado” se encuentre más fácilmente podrán utilizarlo los buenos Espíritus para hacernos llegar sus comunicaciones.

Entre las normas a seguir, nuestros amigos espirituales nos recomiendan, que el alimento a ingerir el día de trabajo mediúmnico ha de ser sólo el necesario. Procurar apartar el uso del tabaco, alcohol, etc. Pensamiento elevado. Si se puede, debido a las obligaciones del día, recogimiento y oración. Y sobre todo, evitar frecuentar lugares donde se agrupen gran cantidad de personas, almacenes, hospitales, reuniones de cualquier tipo, etc., ya que suelen aportar a través de sus estados psíquicos y físicos, vibraciones que no benefician la labor a realizar. Pues el médium, es la fuerza de un imán inimaginable y capta atrayendo hacia sí, lo mejor e inferior de su entorno.

Vigilancia continua es una de las obligaciones fundamentales de un buen médium para no verse sorprendido en sus funciones. Aquellas con las que se comprometió en el Mundo Invisible, cuando se programó con sus “Mentores Espirituales” una nueva reencarnación de su vida física aquí en la Tierra, reparando errores del pasado.

Juan Miguel Fernández Muñoz.

IDEOPLASTIA

Actualmente podemos encontrar programas televisivos y radiofónicos, que emiten comunicaciones, vivencias y reportajes, algunos de éstos confusos y sensacionalistas, en los que se mezcla catolicismo, brujería y espiritismo como si se tratara de un exquisito cóctel, para la degustación única y exclusiva de la obtención del mayor número de audiencia. Es más necesario que nunca generar conciencia de conocimiento.

El trato con el mundo de los espíritus conlleva la necesidad de un conocimiento profundo del tema, precisamente para evitar malas interpretaciones y peores consecuencias.

Para la persona que no cree en estas comunicaciones, le puede hacer pensar el hecho de que alguien les cuente algo que solamente ellos sabían. Y para aquellos a quienes la palabra “espiritismo” atemoriza, su aprendizaje les dará la libertad necesaria para no ser manipulados a través del miedo y la sugestión.

Una de esas innumerables cuestiones de las que trata esta ciencia es la importancia que puede tener el pensamiento. Detenerse a apreciar los propios pensamientos es un hecho que resulta casi siempre impracticable en los altibajos del día a día.

Utilizar con sabiduría y discernimiento este recurso es sacar un beneficio incalculable de las propias facultades inherentes de cada uno.

Pensar es crear. Cuando lo hacemos, estamos emitiendo una forma de energía dotada de movimiento y de vida, que se exterioriza alrededor del ser pensante, generando al mismo tiempo un circuito de acción-reacción.

Nunca tenemos la mente en blanco, pensamos normalmente sin prestar atención en el valor de este sencillo acto. Es pues de cabal importancia, concienciarnos de la responsabilidad de lo que pensamos.

¡Es muy importante saber pensar y pensar en el bien! En el capítulo VIII y XXVIII de "El Evangelio Según el Espiritismo", tenemos dos citas, respectivamente:

-“La verdadera pureza no reside tan sólo en las acciones, sino está también en el pensamiento, porque quién tiene puro el corazón ni siquiera piensa en el mal.”

- “La forma no es nada, el pensamiento lo es todo.”

Al tener un pensamiento emitimos una onda. Éstas pueden ser mecánicas o electromagnéticas. Las mentales son del segundo tipo, que se caracterizan por no necesitar de ningún medio material denso para propagarse.

Para tener una idea gráfica, sólo hay que imaginar el típico “bocadillo” de los tebeos definido por la Real Academia de la Lengua Española como: “espacio, generalmente circundado por una línea curva que sale de la boca o cabeza de una figura, en el cual se representan palabras o pensamientos atribuidos a ella”.

Bien y ¿cómo funciona eso que en los gráficos se ve tan claro y yo, sin embargo, soy incapaz de verlo en la cabeza de mi vecino?

Empezaremos por explicar su origen y significado.

El vocablo “ideoplastia” fue creado por el Dr. Durand de Gros, en 1860.

Alrededor del año 1912 el renombrado médico y catedrático Doctor Charles Richet, premio Nobel de medicina y fisiología en 1913, empieza a utilizar esta palabra para designar las formas mentales exteriorizadas.

Del griego “ideo”= idea + “plastos” = forma + “ia” = acción. Acción de dar forma a una idea.
Existe un fluido cósmico universal que rodea absolutamente todo. Una de sus modificaciones es el fluido espiritual que forma la atmósfera en la que actúan los seres desencarnados, y es el vehículo de propagación de las ideas, así como el aire lo es del sonido. De allí, ellos extraen los elementos sobre los cuales operan y forma el ámbito en el que ocurren los fenómenos perceptibles a la vista y el oído del espíritu, pero que escapan a nuestros sentidos materiales.

Los espíritus actúan sobre estos fluidos a través del pensamiento, que es el que crea y la voluntad que es la fuerza impulsora. De ese modo le dan a esos fluidos una dirección, los unen, los cambian o los dispersan. Cambian sus propiedades, del mismo modo que un químico puede cambiar la de un gas u otros cuerpos, combinándolos de acuerdo a ciertas leyes.

Esas transformaciones pueden ser el resultado de una intención o idea inconsciente. A un espíritu le basta pensar algo para que se produzca una ideoplastía de lo que piensa. Ese hecho pone en acción al cuerpo fluídico, el cual reproduce todos los matices. En ese medio se ejecuta el acto y la escena aparece como en un cuadro. Así es como otro espíritu (encarnado o desencarnado) en sintonía con él puede leer en esa imagen, como si de un libro abierto se tratara. Viendo esa intención pueden presentir su cumplimiento, pero no podrán determinar el momento ni precisar detalles ni siquiera afirmar qué ocurrirá, ya que, circunstancias posteriores lo pueden modificar.

La creación mental, originada en cada ser, tendrá asociada una onda de determinada frecuencia, amplitud y duración, que dependerá de la persistencia en lo que se exprese y la intensidad de la voluntad que lo impulse.

Ahora bien ¿qué significa estar en sintonía con otro ser?

En física se sabe que cuando un sistema es alcanzado por una onda, éste vibra con la frecuencia de la onda y con una determinada amplitud. Hay algunas frecuencias y amplitudes que absorben la máxima energía y la amplitud de oscilación es cada vez mayor. Se dice, entonces, que el sistema entra en resonancia.

Eso ocurre también cuándo decimos que entramos en sintonía con otro pensamiento, significa que entramos en resonancia con otra onda, anteriormente emitida.

Por tanto, el hecho de controlar los pensamientos es una importante adquisición espiritual. Ya dijo León Denis: “Unas de las funciones del espiritismo es que controles tu mente.”

Las ideas impuras, de índole inferior, que nos hacen regocijarnos en los placeres y vicios, son perjudiciales. Son pensamientos tóxicos que nos causarán perjuicios en el cuerpo periespiritual y físico. En contrapartida, las ideoplastias de carácter ennoblecido nos enriquecen y elevan, dándonos una sensación de paz y bienestar interior.

Podemos utilizar la facultad de pensar durante el período en que estamos despiertos y durante el sueño.

Aprovechémonos de las enseñanzas espirituales y actuemos en consecuencia, vigilando nuestras ideas.

En el estado de vigilia, podemos acceder al control de ellas, a través del intento de permanecer en un estado de vibración mental sano, deteniéndonos en apreciarlos y observarlos, para poder detectar la especie de ondas que solemos emitir. Ya que onda que emitimos, onda que sintonizamos.

Y durante el sueño, si antes de dormir, realizamos una reflexión honesta de las acciones e ideas, realizadas o tenidas, durante el día, nos armonizamos con una lectura del Evangelio, hacemos una oración o irradiamos sentimientos de cariño, amor o bienestar a quienes nos rodean, sean o no, amigos.

Cláudia Bernardes de Carvalho y Ana Mª Sobrino.
Centro Espírita “Entre el Cielo y la Tierra”.

BIOGRAFIA DE MIGUEL VIVES Y VIVES


Nació en Barcelona en 1842 aunque durante muchos años vivió en Sabadell. Tuvo una infancia difícil ya que no llegó a conocer a su madre y perdió a su padre con tan sólo once años, pasando a hacerse cargo de él su hermano Augusto, unos años mayor.

Debido a esta orfandad, Miguel pasó sus años de infancia sumido en una enorme tristeza y atravesando grandes dificultades.

Se casó en 1866 a la edad de 24 años con la que había sido su novia durante algunos años y que había conseguido devolver la alegría a la vida de Miguel. Pero la causalidad volvió a hacer mella en su felicidad cuando en su luna de miel su mujer muere repentinamente. Este suceso fue uno de los golpes más duros en su camino. Debido a esto se sumió en una profunda depresión que le llevó a no salir de su casa en cinco años. Esta inmensa tristeza le hizo enfermar tanto física como psíquicamente y su encierro provocó la desaparición de la mayoría de sus amigos.

En 1871 se mudó, con sus cuñados, a la ciudad de Tarrasa y un día su hermano Augusto, con la intención de sacarle de su depresión, le habló de algo que en principio le causó desconfianza, pero que viniendo de su hermano, persona seria y responsable, le generó cierta curiosidad: El Espiritismo. Augusto le regaló las obras de Allan Kardec y al comenzar a leer “El Libro de los Espíritus” fue que Miguel comprendió el sentido de todo lo que había sucedido en su vida y tuvo ánimo para seguir a delante. Poco tiempo después Miguel empieza a divulgar todas las enseñanzas de la doctrina espírita, agradeciendo de esta manera todo el consuelo recibido por esta filosofía.

A finales de este mismo año, Miguel ya conoce a más espíritas de la zona y mantiene con ellos reuniones privadas de estudio y mediumnidad. A principios del año siguiente, 1872, abre junto con sus compañeros, un centro espírita llamado “Fraternidad Humana” dedicado a estudiar y divulgar todas las enseñanzas de la doctrina espírita, dando prioridad y mayor importancia a la parte moral y considerando la parte mediúmnica como algo más accesoria, concordando con Allan Kardec.

Durante esta época desarrolló facultades mediúmnicas y de sanación, compaginó el estudio del espiritismo con sus estudios de medicina y homeopatía. Gracias a todo esto pudo ayudar a sanar a muchos necesitados, aunque jamás se atribuyó el mérito, cediéndoselo a la espiritualidad superior que era quien le guiaba.

Pocos años después, dentro de su círculo de amistades espíritas, conoció a quien sería su segunda mujer y con la que más adelante tuvo dos hijos.

En 1873 participó en la propuesta que se hizo al parlamento español solicitando que la doctrina espírita se impartiera en las escuelas de enseñanza pública.

Siguiendo el precepto espírita “Fuera de la Caridad no hay Salvación” Miguel vives se hizo conocido en Tarrasa por su gran calidad humana ayudado a los más necesitados no sólo a través de sus conocimientos sino también de una manera más tangible, dándoles comida. Como anécdota podemos contar que llegó, incluso, a invitar a un gran número de indigentes amigos suyos a la boda de su hija mayor, Micaela, a los cuales quería como hermanos.

Pero en 1882 vuelve la desgracia a la vida de Miguel cuando muere su hijo pequeño a la edad de 9 años. En este caso se toma este terrible acontecimiento de una manera más positiva, aceptándolo al comprender que todo tiene una razón de ser, que la muerte no existe y sabiendo que algún día volvería a reencontrarse con sus seres queridos en el mundo espiritual.
En este mismo año crea la “Federación Espírita del Vallés” a la cual pertenecían las asociaciones y centros espíritas pertenecientes a la provincia de Barcelona. Tiempo después esta unión se convirtió en la “Federación Catalana de Espiritismo”.

En 1888 organizó y participó en el primer Congreso Espírita Internacional que tuvo lugar del 8 al 13 de septiembre en Barcelona y al año siguiente participó también en el congreso que tuvo lugar en París. Dirigió durante cuatro años “El faro Espiritista” órgano de la federación, fue el fundador de la revista espírita “Unión” y socio honorario de la revista “La Doctrina”.

Escribió el libro “Guía práctica del Espiritista”, obra básica y fundamental dentro del espiritismo en España y “El tesoro de los espíritas” entre otras.

Miguel Vives desencarna en la ciudad de Barcelona, donde se trasladó, el 23 de Enero de 1906 a las ocho de la tarde. Tuvo una gran despedida, más de 5000 personas salieron a la calle para decirle un “hasta luego”. Las fábricas y comercios cerraron sus puertas para que los trabajadores pudiesen asistir a su entierro.

Le apodaron el "Apóstol del bien" y pusieron en su honor una calle con su nombre en Tarrasa "calle Miguel Vives" está situada en una travesía de la Av. Barcelona, cruzando las barriadas de Can Anglada y Escuelas.

Todo el mundo le quería por ser una persona humilde, sencilla y que siempre ayudaba sin esperar nada. ¡Cuánto nos queda por aprender!

Yolanda Durán.
Centro Espírita “Entre el Cielo y la Tierra”.

Editorial

La marcha del Espiritismo sigue su curso. Después de las épocas de represión, donde llegó casi a desaparecer el movimiento espírita español, que era la cabeza del mundo como dijo Gabriel Delanne, hoy resurge con más fuerza. Lentamente pero seguro vemos como día a día se forman nuevos grupos serios de estudio. No podemos pedir que sean perfectos, porque nadie lo es, pero sí tienen la voluntad de instruirse y de seguir por la senda marcada por Kardec.
La espiritualidad vuelve a poner su confianza en nosotros y apoya los pasos firmes y sinceros que damos.

¡Que habrá detractores! Ya contamos con ellos. ¡Que algunos grupos se saldrán del camino! Lamentaremos su pérdida, pero siguiendo la ruta marcada por Jesús y los buenos espíritus, estaremos seguros de que progresaremos y los centros se multiplicarán para enseñar el camino marcado por la espiritualidad.

Espíritas, trabajemos unidos en esta gran obra que consuela lágrimas y alegra corazones. Hagamos el bien a todo el que podamos, ya que la encarnación tiene un sentido y es el de que juntos hagamos que esta sociedad cambie, volviéndose mucho más justa y equilibrada, ayudando a aquel que menos tiene.

Parece que fue ayer cuando felicitábamos el año a nuestros lectores y hoy, con este número, despedimos nuestro cuarto año de publicación, fruto del esfuerzo de todos. Este año se cierra con varias alegrías a nivel personal y colectivo. En primer lugar, hemos logrado dirigir a nuestro “Ángel del Bien” por buena senda y prueba de ello es que cada vez más lugares nos abren sus puertas, teniendo que ampliar nuestras tiradas. En segundo lugar, porque el 2010 quedará para los anales de la historia del Espiritismo. Por cuarta vez los espíritus nos traen la posibilidad de organizar un evento a nivel internacional. No podemos olvidar aquello que hicieron los pioneros de nuestra doctrina en 1888 y 1934 en Barcelona, tampoco el congreso realizado en Madrid en 1992 por Rafael González Molina, quien tuvo el valor de legalizar el Espiritismo en nuestro país, con los tiempos que corrían y donde se pudo crear el organismo internacional CEI “Consejo Espírita Internacional” y que hoy reúne 35 federaciones de distintos países www.spiritist.org.

Queridos lectores, como bien sabemos, nada se consigue sin esfuerzo y todo aquello que se hace para el bien obtiene sus frutos. Propaguemos las ideas espiritistas, que nos dan un porqué a nuestras existencias, que nos hacen comprender de donde venimos, a donde vamos y que después de la muerte hay un mundo maravilloso que continúa y con el cual estamos en continuo contacto.
La redacción.