martes, 9 de febrero de 2010

Entrevista a José Aniorte

Pregunta: Hemos leído varios de sus libros, hemos visto todo el trabajo que está haciendo y creemos que es muy importante trasladar a nuestros lectores, a las personas que no le conocen o recordarle a los que le conocen desde hace mucho tiempo, la enorme labor que hace y todo el tiempo que le ha dedicado al mundo espírita durante todos estos años. Para ello queríamos hacerle una serie de preguntas al respecto.

José Aniorte: Muy bien, puedes hacerlo, contestaré a lo que preguntes con arreglo a la vida que yo he tenido, he llevado y conforme yo lo siento e interpreto. Jamás he enseñado a nadie nada que antes no lo haya aplicado a mi propia vida y creencia, es una convicción que yo tengo y jamás me atrevería a decirle a nadie el camino que debe seguir si antes yo no lo he seguido primero como ejemplo y experiencia.

P.: ¿Cómo empezó todo? ¿Cómo y por qué llega al Espiritismo?
J.A.: Bueno, yo participe en la Guerra Civil Española, estuve en campos de concentración, lo pasé muy difícil, sobreviví a todas aquellas vicisitudes, que sería muy largo de comentarlo ahora y finalmente fui considerado un peligro para el Movimiento Nacional de entonces, es decir, contra el gobierno franquista y debido a esto tuve que salir de mi pueblo (Orihuela) e irme a Barcelona, bajo vigilancia policial.
Finalmente, después de cinco años intentando superar esa situación, conseguí trasladarme a Brasil y allí fue donde yo, que no tenía creencia ninguna, no sabía nada de Espiritismo, ni jamás había oído hablar de ello, pasé un día por una librería y vi un libro espírita, me llamó la atención y con mucho recelo entré y compré tres libros “El libro de los Espíritus” “Después de la muerte” y “Más allá de la vida espiritual”. Cuando leí aquellos libros, parecía que yo conocía ese texto. Entonces mi mente cambió y vi una lógica que era lo que yo estaba buscando y a partir de ahí fue como yo empecé con el Espiritismo, intentando transmitir a los demás la felicidad o el beneficio que yo había sentido al conocer esa filosofía científica y también con un fondo religioso que para mi ya era insustituible y a partir de ahí empecé, pero eso sí, siguiendo una trayectoria independiente, jamás estuve vinculado a ningún centro ni compartí mis ideas con otras organizaciones, porque en Brasil hay alrededor de nueve mil centros espíritas. Jamás estuve en contacto con ninguno, jamás recurrí a una sesión para ver los fenómenos, los fenómenos que he conocido los he vivido en mi propia vida, los he sentido y he aprendido de eso, pero nunca los he buscado.

P.: ¿Cuándo y por qué se decide a editar libros gratis?
J.A.: Empecé con la labor espírita durante veinte años y es ahí que debido a una grave enfermedad que tenía, que en aquella época era casi insuperable, una enfermedad de riñones, asumí un compromiso y de un día para otro esa enfermedad, que ya tenía marcado para una operación muy grave, porque entonces la ciencia médica no estaba como ahora con tantos adelantos, no fui operado. Ahí entré de lleno en esto y a través del compromiso que yo había asumido, debía dejar aquella vida cómoda, relativamente, que yo había elaborado en veinte años de trabajo y regresar a España, que aún era en época de la dictadura, años setenta, y divulgar los libros que tuve que traducir del portugués al español e imprimirlos clandestinamente y empezar a distribuirlos, pero como no se podían vender y además mi intención no era esa, ni mi compromiso, empecé la campaña del libro gratuito ¡La única que se ha hecho en el mundo hasta ahora! Llegué a esa forma divulgativa. Dejaba los libros en cabinas telefónicas, en la estación de metro, donde lo había, y por todos los sitios. Fui recorriendo toda España, desde Málaga, todos los pueblos de la costa, hasta la Coruña, fui siempre sembrando los libros.
Ahí empezó mi trabajo, exponiéndome a ser detenido o castigado porque aquello estaba prohibido, pero nunca tuve ningún impedimento, siempre tuve una ayuda espiritual y mi trabajo no fue difícil, relativamente, ¡fue difícil, pero no fue difícil! Y empecé una vida nueva.

P.: ¿Sobre qué fecha publicó el primer libro y cuál fue su título?
J.A.: El primer título que publiqué, lo imprimí clandestinamente, después de traducirlo con muchos inconvenientes pues entonces no existía el ordenador ni nada de esto, las imprentas eran del sistema antiguo, letra por letra y me costó muchísimo dinero. Para hacer una valoración de hoy en día, me costó lo mismo que un piso o un apartamento o una vivienda de cien metros cuadrados en aquella época. Esto suponía grandes sacrificios y publiqué “Elucidación Espírita”.

P.: ¿Qué cantidad de libros a editado hasta el momento?
J.A.: En total son alrededor de veinte títulos y la cantidad, diría yo que está sobre un millón de libros.

P.: Hay personas que opinan que cuando se hace algo gratis, siempre hay una segunda intención o sino es una pérdida de tiempo ¿qué podría decirles después de toda una vida haciendo cosas desinteresadamente?
J.A.: Pues mira, desde luego, en beneficios materiales no tiene, ¡sí tienes también!, pero es encontrar una paz interior del espíritu que ha asumido un compromiso con el mundo espiritual, o sea, con Jesús que para mi es el guía que he tenido siempre. Es asumir el compromiso y dedicarle mi vida como un humilde servidor, sintiéndome cada vez más pequeño, más insignificante y más ignorante.

P.: ¿Su dedicación, le reporta algún beneficio?
J.A.: Pues bien, el beneficio es ese, después sí, hay un beneficio material y es que a mí me conocen en todas partes de América, mi nombre es muy conocido, muy respetado y a pesar que yo no hago publicidad de mi persona, no puedo evitar que lleguen personas, como han llegado a este congreso desde Colombia, Guatemala, México y digan que yo allí soy una persona muy respetable, y bueno, ¡es así! Pero eso a mi no me cambia nada, me siento insignificante y agradezco, pero me los hacen a mi, no lo busco yo, porque jamás he intentado salir en una revista, ni que mi fotografía sea anunciada por ningún sitio. Si vienen a mi, yo lo hago, pero no con la intención de que mi trabajo o mi persona sea conocida. El trabajo, nosotros, somos conocidos por lo que sembramos. La vida es un campo a cultivar y cada uno compone su cultivo, yo he hecho el mío y no tengo que decir si lo que yo hago es correcto o no, es la siembra que yo he lanzado la que va a decir y después, cuando yo haya desencarnado, mi nombre será aún más resaltado, pero yo lo recibiré desde el mundo espiritual porque aquí yo no luzco eso y naturalmente que uno siente una satisfacción al ver que te conocen, que te abrazan, que te dicen y que me llaman por teléfono de uno de esos lejanos países y me dicen ¡Hermanito aguanta, aguanta un poco más que necesitamos de ti! Y eso me emociona y es el premio que yo tengo.

P.: ¿Por qué los libros de Amalia Domingo Soler y no otros?
J.A.: Bueno, eso es otra cosa, mira. A mi me vinieron a decir, años antes, que se debía abrir un centro espírita en esta zona (Orihuela), entonces no habían centros espíritas ni en Crevillente, ni Alicante, había en Valencia y en Villena había un centro que, infelizmente, era un centro muy importante en aquella época y que ha ido disminuyendo hasta ahora. La cuestión es que, debido a los libros, que era conocido sobre todo en Cataluña, que fue donde más libros había distribuido, sobre todo de los primeros libros, me dijeron que aquí tenía que haber un centro y que la persona más indicada era yo. Yo contesté que era imposible. Orihuela era un pueblo muy católico, con muchas iglesias, con un obispado, con un seminario, con una catedral entonces importante porque gente del obispado recibía aquí y bueno dije que eso era un disparate y que yo no iba a venir a eso. Finalmente había llegado el momento en que yo ya estaba preparado para recibir y conocer a Amalia Domingo Soler, que yo no tenía conocimiento de ese espíritu y fue cuando ella empezó a manifestarse en mi.
Después del congreso mundial del noventa y dos, yo aún le hacía compras muy grandes al presidente que había en la Federación Espírita Española D. Rafael González Molina, le había hecho una compra de un millón de pesetas de aquella época. Yo repartía esos libros gratuitamente por todos los sitios, siempre con la intención de distribuir el libro gratuito. Por aquel entonces, alguien me había hablado de los libros de Amalia y yo dije ¿Amalia? y le pregunté por esos libros, a lo que contestó: “¡Amalia! Yo no tengo libros de Amalia, ¿quién es Amalia?” hasta que una noche, yo estaba construyendo un almacén para mi hijo porque quería comprarle un camión para que se independizase de la fábrica donde trabajaba, metiera el camión y depositara mercancías y eran sobre las tres de la mañana cuando me despierto con una idea clarísima que dice: “Ha llegado el momento de abrir un centro espírita en Orihuela y lo vas a hacer aquí”, yo pensaba “Esto es un campo” la urbanización Montepinar, estaba todo lleno de piedras, entonces no habían calles asfaltadas y decía ¿cómo va a ser aquí posible? Y fue entonces cuando yo conocí a Amalia, en aquel momento que dijo “Es necesario hacerlo aquí”. Esperé a que llegara el albañil que hacía la obra y le dije: “Antonio, esta puerta que da a la calle no existe o se va a hacer una puerta pequeña”, a lo que pregunta “¿por dónde va a entrar el camión?” Y contesto “El camión no va a entrar más aquí” y el almacén lo convertí en el centro.
Así fue que conocí a Amalia y ella se fue manifestando periódicamente y ella me fue inspirando para que yo recopilara todos los libros, los seleccionara, conforme he hecho, y de catorce libros que llegaron a mi sin buscarlos, muchos de ellos me los mandó Salvador Sanchís, que es un coleccionista de Barcelona, que no le he conocido personalmente. Los libros llegaban a mi y yo de esos catorce libros hice una selección de todos sus artículos, actualizándolos para la época en que vivimos y para el futuro y lo resumí en seis libros y estos son los seis libros de Amalia. A partir de ese momento, me di cuenta que cuando yo tenía dificultades y pensé que había acabado ella venía a mi, yo nunca la he visto, pero yo sentía su presencia que me decía “Amigo mío, este trabajo aún no ha acabado, aún falta lo más importante, tienes que continuar”. Yo mentalmente pero si yo ya tenía setenta y nueve años, me había jubilado a esa edad, no tenía recursos y le dije (mentalmente) “pero ¿con qué recursos?” y sentí como ponía el brazo sobre mis hombros y decía “Tú haz tu trabajo, ten fe y confía en Dios” y así lo hice y es así como he logrado cumplir mi trabajo que era hacer los libros de Amalia, publicarlos gratuitamente, abrir un camino nuevo de luz que cada vez será más intenso porque es el único que existe en el mundo. Hay divulgadores importantes, pero hay varios, en esto no hay nadie, sólo existe uno que es el centro que yo tengo.
Mi trabajo ya había terminado pero yo, ambicioso de sacarle el máximo provecho a mi existencia le dije “Quiero hacer algo más” y ellos decían, “Sí, pero tu ya has terminado tu misión” e insistí en que quería hacer algo más y entonces me alargaron la vida, hasta la fecha de hoy y empecé a hacer los tres libros que yo he hecho “Elucidaciones Espíritas” “Hechos de una Vida” y “Las verdades del Espiritismo”. Ha sido ese trabajo extraordinario después del trabajo que yo tenía que hacer. De esta manera, mientras yo los iba escribiendo, ellos lo debieron ver importante porque según escribía ellos me iban inspirando, abriendo la mente. Yo nunca he tenido cultura, no he ido al colegio, la guerra civil empezó cuando yo tenía quince años y entonces me vi envuelto en aquel conflicto, porque mi espíritu necesitaba de esa experiencia, antes de cumplir los dieciséis que lo hacía el treinta y uno de Octubre del mismo año que empezó la guerra, el treinta y seis.
Me vi sin estudios, sin preparación, sin un oficio y fuera de mi casa, enfrentado, porque yo fui a la guerra voluntariamente. Como digo, me he convertido en lo que soy gracias a esos buenos espíritus que me han ayudado y me están ayudando a cumplir el compromiso que yo adquirí y por eso, Amalia que es la principal y se convirtió en el guía y yo ahora lo reconozco, me ha hecho mucho bien y estoy muy agradecido a ella.

P.: Ya que hablamos de Amalia, ¿A qué se dedica ella en el mundo espiritual?
J.A.: Ella tiene mucho trabajo en el mundo espiritual, sobre todo en que la divulgación del espiritismo, que fue el sueño de ella, que pasó veinte años con grandes sacrificios escribiendo la revista la “Luz del Porvenir”. Su sueño era que la revista llegara a los más pobres, la vendía a una peseta, pero en aquella época poca gente podía pagar una peseta y la iban pasando de unos a otros, republicándose en España y en América. Ella quería que esos escritos llegaran de forma gratuita a todo el mundo y ese era su trabajo, ayudado por espíritus superiores, más elevados que ella y lo ha conseguido a través del trabajo que hemos hecho. Yo, sin saber por qué, fui escogido para cumplir con ese trabajo y me siento feliz de haberlo conseguido y de estar aún dispuesto, hasta el último día que yo pueda estar viviendo esta vida estaré haciendo mi trabajo cada vez con más esfuerzo, que para mi no es esfuerzo, quiero dejar eso bien claro, es una necesidad, porque mi vida sin eso no tiene sentido.

P.: ¿Cuál es la visión de José Aniorte sobre el movimiento espírita en España?
J.A.: El movimiento espírita en España está bastante atrasado porque antes de la Guerra Civil Española aquí había unos ciento sesenta centros espíritas bien dirigidos. Hoy, con casi cincuenta años de represión eso se ha perdido. España era uno de los países primeros donde fue transmitido directamente por Allan Kardec, después de su inicio, pero como aquí no hubo posibilidades, porque no se consiguió nunca restar la influencia religiosa que era muy grande y el catolicismo entró en una especie de lucha contra los escritos de Amalia y esta los enfrentó con valentía y los defendió, todo esto lo retrasó mucho. Hoy está resurgiendo pero con mucho trabajo, con muchas dificultades porque no hay esa base, esa convicción que espero que en pocos años esto vaya aumentando y se vaya recuperando esa fuerza, tantos años perdida porque fue inmovilizada, y que un día se llegue a estar en el estado que estábamos antes. Como el Espiritismo en España estaba ahogado, fue entonces que se trasladó a América, principalmente a México y a Brasil.

P.: ¿Qué piensa de las personas que están en la doctrina pero que no quieren adquirir compromisos?
J.A.: Alguien dijo que todos los caminos llegan a Dios, es verdad, todas las creencias y religiones son necesarias y son buenas, interpretadas por cada uno según en el estado en que se esté. Yo no estoy contra ninguna religión ni contra ninguna iglesia, respeto todas, pero si creo que ha llegado el momento de poner las cosas donde tienen que estar y decir las verdades que durante tantos siglos han estado escondidas. Ha llegado el momento y después de escuchar esas verdades, que cada uno continúe en su creencia. No importa la creencia que se tenga, sino lo que se sienta de ella, lo que cada uno tenga en su interior.
Allan Kardec dice que el verdadero espírita es ese que se reforma interiormente, no es el que habla muy bien y es todo de palabra, sino el que lo sienta, porque hay que sentirlo y hacer que salga de dentro para afuera y no de fuera para adentro.

P.: ¿Cómo ha logrado formar un grupo que se dedique plenamente a este tipo de trabajo divulgativo?
J.A.: En el mundo espiritual, los espíritus ya venimos preparados para en determinado momento cumplir con algún compromiso. Todos los que están conmigo en este centro, primero quiero decir que han pasado cientos de personas que han visto, han escuchado, pero cuando han visto que se ha ido cambiando y se ha ido buscando un compromiso todos han renunciado y se ha quedado en un grupo de seis espíritus que están comprometidos, que cada uno reúne unas condiciones, porque no hay dos almas gemelas, cada espíritu tiene su personalidad, pero todos son necesarios.

P.: ¿Continuarán su obra?
J.A.: Este grupo, de seis componentes, se ha ido comprometiendo y hoy puedo decir que tengo un grupo dispuesto a asumir la responsabilidad y hoy ya puedo regresar al mundo espiritual, porque el trabajo yo lo he empezado y ellos lo van a continuar. ¿Cómo lo he conseguido? Primero con mi propio ejemplo, porque, vuelvo a repetir, jamás le he dicho a alguien que haga algo que yo no he hecho primero. Mi forma de vida, mi forma de ser les ha ido convenciendo. Hoy ellos son independientes, cada uno está en un estado y tiene una comprensión de las cosas, pero en algo sí están unidos, en la responsabilidad que han asumido y en el trabajo que tienen que hacer. Yo les dejo el camino abierto, y sé que ese camino jamás se va a cerrar. Ese camino se hará cada vez más ancho y más luminoso y el centro “La luz del camino” será una luz para el futuro.

P.: ¿Tiene previsto asistir al VI Congreso Mundial que se hará en Valencia?
J.A.: Sí, la mitad de los componentes de este pequeño o grandioso grupo, porque no existe otro igual en el mundo espírita, capaz de hacer lo que ellos están haciendo ya y lo que tienen que hacer, ya tienen reservada su plaza para el congreso, inclusive yo, no se si llegaré, no depende de mi, pero yo ya tengo la plaza reservada.
En ese congreso tenemos un compromiso muy grande y es el de llevar veinte mil libros para distribuirlos gratuitamente. Si yo no lo cumplo, los libros ya están preparados y lo harán ellos.

P.: ¿Cuál es su opinión sobre este Congreso?
J.A.: Creo que el Congreso Espírita Mundial es necesario porque reúne a muchos, es un congreso mundial. Es necesario ese impulso que se da después de un congreso como ese, es diferente, notable. Los que hacemos aquí son para los de casa, porque aún no tenemos las condiciones para hacerlo en condiciones pero creo que en un futuro será así. Además, hay una asistencia espiritual inigualable, todos los espíritus que trabajan en este movimiento están concentrados allí. Es muy necesario y los efectos siempre son positivos.
P.: ¿Existe o ha recibido algún mensaje de Amalia referente a este evento tan importante?
J.A.: No, pero lo que yo se es que ella estará ahí, por supuesto, e inclusive en este ella ha estado aquí junto a otros espíritus como Fernández Colavida, Bezerra de Menezes y otros muchos espíritus conocidos y respetados por todos nosotros.

P.: ¿Le gustaría dar algún consejo para los lectores de nuestro periódico?
J.A.: Yo les diría que aquellos que quieran escuchar, o estén dispuestos a escuchar lo que yo digo, les diría que ha llegado el momento de que la humanidad cambie, que haya una transformación en nosotros, que seamos más fraternales, que seamos más universalistas, que las fronteras no deben existir, existen los paí­ses y las fronteras, pero debe haber una fraternidad. Hemos llegado a un momento en que los más pequeños reciban ayuda de los más grandes, que no hayan más guerras, más injusticias, de las que estamos haciendo y de las que nosotros somos los responsables. El mal no existe, el mal es una creación nuestra, tenemos que comprender esto. Cómo podemos remediarlo, a través de nuestra transformación, ser más solidarios, ser menos egoístas, sacar de nosotros esos terribles defectos como son el orgullo, la envidia, los celos… porque tenemos que respetarnos todos nosotros, respetar las creencias y mirar que cada uno de nosotros participemos de esa transformación, empezando por nosotros mismos. Si queremos o hablamos de esa transformación, pero no nos transformamos nosotros mismos nos estamos engañando. Se acercan grandes acontecimientos, van a ocurrir hechos catastróficos, malos a la vista de los humanos, pero necesarios para que el mundo se transforme en un planeta mejor y que la humanidad del siglo que viene se encuentre una forma de vida mucho mejor que la que se está llevando. Aquel que no quiera apoyarlo, tendrá que seguir su curso evolutivo en otros lugares. Yo puedo asegurar que el cambio de la Tierra ya se ha iniciado y cada día se verá mejor, además científicamente ya se está diciendo. La humanidad tendrá que ser más solidaria y acabar con esas diferencias de razas, etc. sintiendo siempre que no somos ciudadanos de este planeta, somos ciudadanos del Universo y nuestra idea debe ser universalista, fuera de fronteras y de banderas.

P.: Muchísimas gracias por habernos concedido esta entrevista para nuestro periódico.
J.A.: Muchas gracias a vosotros.

Nota de “El Ángel del Bien”
D. José Aniorte, después de terminar la entrevista, nos pidió que transmitiéramos a todos los lectores que aquellos que estén interesados en los libros que editan de forma gratuíta y se pongan en contacto con el centro espírita “La Luz del Camino” los recibirán, para habitantes de España, de forma gratuíta. grupoespirita@laluzdelcamino.com

También queremos puntualizar que anteriormente, en Brasil, también compraba y distribuía libros, junto a su mujer, en hospitales, etc. con lo que su labor no comienza en España, sino años antes en Brasil.

Oscar Aglio Ruano
C.E. Entre el Cielo y la Tierra

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