Hermanos:
La espiritualidad es un estado interno, bello, tranquilo y pausado.
El vivir cotidiano es un paso hacia la espiritualidad. Vivir con los tropiezos y los sinsabores nos lleva a una depuración.
Los espíritas tenemos la obligación de vivir esa "espiritualidad" cotidianamente y en la paz interna de nuestra alma y del YO superior.
Abrimos el corazón muchas veces sin medir consecuencias y otras lo cerramos pensando no debe ser, y error es en uno y en otro caso.
Nos debemos acordar de Jesús, nuestro amado Maestro, que nos informó el "perdonar no siete veces, sino setenta veces siete".
La intuición correcta, esa, que a veces no la oímos es la voz del alma o de los espíritus que nos vienen a ayudar en esa intuición.
Espíritas, vamos a unificar nuestros esfuerzos y a amarnos, a comprendernos, a disculparnos. Vamos en esa unificación a labrar ese surco de paz, de amor y de Luz , no solo para los de alrededor nuestro de los cuales somos su espejo, también de los perdidos que están en el espacio necesitados de una gran ayuda. Sí, es necesario, pero también lo es en nuestro adelanto íntimo.
Desde siempre la espiritualidad estuvo ahí, y desde siempre hemos recibido la gran ayuda del espacio infinito donde reina la sabiduría a grandes niveles y donde reina Dios.
Caminemos en busca de esa realidad cotidiana, porque el progreso y el buen hacer es eso, cotidianamente. Y cotidianamente debemos disculpar, comprender, y sobre todo amar, recordemos que por AMOR, Jesús nos dio todo lo mejor de su ALMA y al final nos ofreció su VIDA en ese holocausto del más sublime AMOR ofrecido a toda la humanidad.
Seamos humildes en esa nuestra comprensión y sobre todo pidamos fuerzas para el largo camino de nuestra evolución para continuar incansablemente en esa unificación que es en nosotros EL ESPIRITISMO.
Aurora
No hay comentarios:
Publicar un comentario