- Con las lágrimas sucede lo contrario que con las lluvias. Las primeras, para fertilizar, es necesario que broten; las segundas, es preciso que sean absorbidas.
- El dolor que necesita publicarse, es como una amonestación que nos hacemos por lo poco que sufrimos.
- Ve y dudarás. Duda y verás.
- Sed pródigos de lo propio y avaros de lo ajeno, y seréis a la vez caritativos y económicos.
- Para hablar bien de uno no es necesario hablar mal de los demás.
- Los humildes son el sostén de los soberbios.
- Cuando un reloj de la hora, piensa las que llevas sin hacer nada.
- La mejor religión de la Tierra es hacer el bien que se pueda y el menor mal posible.
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