La humanidad es sin duda
Una familia;
Compuesta de entidades
Harto distintas.
Pero no importa;
Todos trabajan juntos
En la gran obra.
Los que en los templos rezan
Emocionados;
Los que a la tierra piden
Fe de sus años.
Los inventores,
Los viajeros llamados exploradores.
Los que niegan que existe
Un Ser Supremo;
Y a la nada le piden
Un sueño eterno.
Todos trabajan
En el taller inmenso
De la esperanza.
Si de una gran familia
Somos los miembros
Y enlazados estamos
Por parentesco:
Lazo tan fuerte
Que ni puede romperlo
La misma muerte.
Convencidos que somos
Todos hermanos,
Hijos de un mismo Padre
Negros y blancos.
Torpes seremos,
Si juntos no buscamos
Luz y progreso.
¿Para qué divisiones
Y antagonismos?
¿Qué es lo que deseamos?
Todos lo mismo.
El ser dichosos,
Cada cual en su esfera
Quiere reposo.
Al alcance de todos
Está la dicha;
Siempre se hallan filones
En esa mina.
Seamos mineros,
Y hallaremos unidos
¡Luz y progreso!
Amalia Domingo Soler
Octubre de 1903 - “Luz y Unión”
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